El ascenso imparable de las redes sociales ha revolucionado la forma de comunicarse de millones de personas, afectando incluso a la forma de trabajar (o de buscar empleo).

 Ya no sólo es Internet y el correo electrónico, sino que el networking se ha apoderado de nuestras vidas, a través de las redes sociales, la videoconferencia, la conectividad a través de los móviles, la mensajería instantánea…

La llamada "generación Y" nació y se desarrolló en plena era informática y las telecomunicaciones. Por lo tanto, les resulta totalmente natural la comunicación a través de estos instrumentos, al contrario que a las generaciones anteriores, que en unos casos se han adaptado más o menos bien, y en otros simplemente han rechazado la tecnología o han aprendido a usar una mínima parte.

Las herramientas de conectividad y networking que tenemos hoy en día adoptan infinidad de variedades, e incluso algunas están centradas en algún segmento específico.

Así, millones de personas se unen cada día al Facebook (tiene unos 150 millones de usuarios en todo el mundo y unos 3,5 millones en España), que es muy utilizado por los mayores de 30 años para conectarse con antiguos compañeros o amigos de la infancia, lo cual les permite crear una red de contactos que puede resultarle muy interesante de cara a la búsqueda de empleo.

Barack Obama usó abundantemente las posibilidades que le ofrecía la tecnología en su campaña, utilizando medios como el Youtube y Facebook para conectar con cierta parte del electorado; en éste último se dice que gastó alrededor de medio millón de dólares en la última fase de la campaña).

Similar al Facebook en número de usuarios es Myspace, si bien ésta tiene una cierta orientación “cultural”. En España el liderato se lo lleva la red Tuenti, con cinco millones de usuarios, aunque sus usuarios suelen ser más jóvenes, de entre quince y veinticinco años, y actualmente sólo se accede mediante una invitación de otro miembro.

Existen otras redes específicas para temas concretos. En temas laborales, quizás la más conocida sea Linkedin, con más de 25 millones de usuarios, y en la cual podemos darnos a conocer en círculos profesionales, contactar con otros usuarios que nos pueden aportar sus conocimientos, y en definitiva, ponernos en el mercado laboral.

Por otra parte, la conectividad a través de mensajería instantánea también permite aumentar la productividad (si se utiliza adecuadamente), puesto que podemos obtener respuestas en tiempo real y hacer conferencias con varios usuarios, a través de texto, o videoconferencia. Programas como el Messenger de Microsoft, o  e Skype, están revolucionando nuestra forma de conectarnos.

También están muy en boga las conexiones a través del móvil, debido a la gran flexibilidad que proporcionan (todo el mundo lleva siempre el móvil consigo), el aumento en la potencia de la conexión a Internet (con las redes 3G y sucesoras), y el incremento de prestaciones que ofrecen algunos terminales, como el Iphone o las famosas Blackberry. 

Todas estas posibilidades que nos ofrece la tecnología pueden proporcionar fabulosas soluciones que nos simplifican el trabajo (conectividad, trabajo en equipo, productividad…), siempre que sean bien utilizadas.

El propio Obama ya tuvo sus más y sus menos para que le permitieran utilizar su Blackberry (en este caso por motivos de seguridad), y son muchos los adictos a este dispositivo, o al Facebook, por ejemplo, que tienen que seguir tratamientos para desengancharse de su adicción al instrumento (hay estudios en los que los propietarios de una Blackberry, en cuanto oyen un mensaje, literalmente desconectan de cualquier otra actividad que estén realizando). De Hecho existe una teoria según la cual los jefes que facilitan el acceso a las redes sociales (Facebook, My Space, blogs…) están contribuyendo a crear un ambiente de trabajo basado en la confianza y a aumentar la productividad de sus trabajadores. A esta conclusión llega un estudio encargado por la empresa PopCap y dirigido por psicólogos de la Universidad de Goldsmiths. El estudio es muy precioso e indica que prohibir este tipo de accesos cuesta a las empresas británicas 8 mil millones de euros al año en pérdida de productividad. Si quieres recibir interesantes artìculos como este haz Clik aqui y Suscribete a mi blog por Email. Es Gratis!.